Eccema: ¿qué terapias existen?

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Eccema: ¿qué terapias existen?

Aunque todavía no pueden curarse, el eccema atópico y el eccema de contacto, también llamado eccema alérgico, pueden tratarse. Para estos últimos, la principal medida es evitar el elemento alergénico. Y, en ambos casos, nada como una buena crema hidratante de uso diario con un emoliente para proteger la piel y calmar el picor.

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Eccema: hidratar antes que nada

Con buenos hábitos diarios, es posible prevenir y reducir los síntomas del eccema. ¿Cómo? Hidrata tu piel todos los días, aunque no tengas ninguna irritación cutánea. En el caso del eccema de contacto, proteger la piel de forma suave y continua limita la irritación causada por la exposición a los alérgenos. Tu barrera cutánea se refuerza y las sustancias irritantes ya no pueden debilitar tu piel. ¡Ya puedes decir adiós a los picores! Mantener la hidratación también reduce la pérdida de agua y las deficiencias de lípidos intercelulares, que son muy comunes en el eccema atópico: la sequedad de la piel se reduce y los brotes se espacian. 

Reglas de hidratación

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 Es aconsejable aplicar el emoliente hidratante después de ducharse y secarse: la piel aún estará ligeramente suavizada por la humedad y el bálsamo se deslizará más fácilmente sobre la piel.

Eccema: soluciones terapéuticas

Durante los brotes de eccema atópico y eccema de contacto, tu dermatólogo puede recetarte:

  • Cremas con corticoides para calmar la irritación y el picor. 
  • Antibióticos si hay una infección bacteriana o fúngica en una placa.
  • Cremas con cobre y zinc para reparar y limpiar la piel irritada (Avène Cicalfate).

Para el eccema atópico, también se te puede recetar:

  • Antihistamínicos para evitar el rascado. Al reducir la sensación de picor, mejoran la calidad del descanso.
  • Los medicamentos inmunomoduladores (que actúan sobre el sistema inmunitario) sin esteroides reducen la irritación. Estas soluciones no se prescriben antes de los 2 años de edad. 
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Eccema, ¡el producto adecuado en la cantidad adecuada!

El cuidado de tu piel o la de tu niño requiere una hidratación diaria adecuada:

1. Una temporada, diferentes soluciones

En verano, opta por cremas y lociones: su textura fluida penetra fácilmente en la piel. Los bálsamos más nutritivos serán tus mejores amigos hidratantes para pasar el invierno. Durante esta estación, el frío reseca más la piel, al igual que la calefacción interior.

2) Aplica una cantidad suficiente de crema

Comienza con capas muy finas para conseguir una piel suave y sedosa. Se siente mucho mejor que las capas más gruesas. Y se puede añadir más gradualmente si es necesario: ¡es mucho más fácil que tener que quitar el exceso de crema!

 

 

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Para disfrutar de todos los beneficios del emoliente

La hidratación diaria proporciona alivio, reduce el uso de medicamentos y la ansiedad relacionada con el eccema.

Lo ideal es aplicar un emoliente al menos dos veces al día. Confía en ti mismo: conoces tu piel y sabes cuándo necesita ser hidratada. La clave con el eccema atópico es ser regular en estos rituales suaves, para reducir la frecuencia y el uso de terapias. Además de hidratar la piel en profundidad, los emolientes reducen la necesidad de dermocorticoides. Por último, se reduce el nivel de estrés generado por la aprensión a un brote y, a veces, incluso la vergüenza social. 

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Consejos y trucos para tu tranquilidad diaria

Para protegerte al máximo de los eccemas: 

  • Evita la exposición a sustancias irritantes de la piel (productos químicos, líquidos de lavado, lanas, etc.) y a temperaturas extremas para evitar los picores.
  • Aplica compresas frías o Agua Termal de Avène para calmar la irritación y reducir el deseo de rascarte. 
  • En la ducha, utiliza geles o cremas limpiadoras, jabones sin jabón o lociones dermatológicas.
  • Aplica diariamente un emoliente para limitar y prevenir la sequedad de la piel.

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